Tras un acuerdo con el Departamento de Justicia, el hijo del presidente Biden acordó declararse culpable de dos delitos fiscales menores y admitir los hechos de un cargo por posesión de armas, en términos que probablemente lo mantendrían fuera de la cárcel.
El acuerdo culmina una investigación que se abrió en 2018 durante la administración Trump y ha generado un intenso interés y críticas desde 2020 por parte de políticos republicanos que acusaron a la administración Biden de reticencia a seguir con el caso.
El hijo del mandatario está acusado de tres cargos menores, dos por no pagar sus impuestos de 2017 y 2018 por al menos 1.2 millones de dólares, y la compra de un 4rm4 de fu3g0 en 2018 durante un período en el que consumía dr0g4s.
Cualquier acuerdo de culpabilidad propuesto tendría que ser aprobado por un juez federal, y no estaba claro de inmediato qué día podría comparecer en el tribunal para declararse culpable.